Otro año sin luces en lucha para combatir criminalidad
El 16 de agosto de este año, cuando el presidente Danilo Medina
asumió por primera vez el mando presidencial, la espeluznante
combinación violencia-delincuencia y criminalidad sumaba 1,432
homicidios ocurridos en toda la geografía nacional. Si se establece una
media de los homicidios acontecidos en estos ocho meses, se obtendría
que en la capital y pueblos del interior, mensualmente matan 179
personas, por causas y circunstancias distintas.
Y de continuar este ritmo sangriento, según las estadísticas
registradas por la Procuraduría General de la República, este año podría
terminar con más de 2,100 homicidios.
Para el presidente Medina estas cifras no sorprenden, porque son el
resultado de una realidad que marcó la cotidianidad del año que finaliza
y que él bien conoce. Una realidad que está obligado a enfrentar con
resultados reales, más allá de la típica postura oficial de que la
delincuencia en República Dominicana es un mero asunto de percepción.
Este año no fue muy diferente al 2011, cuando mataron a 1,670
personas, a balazos y con armas blancas, la mayoría. Sin embargo, el
crimen tuvo modalidades distintas y modernizó sus viejos métodos de
sorprender a sus víctimas, para asaltarla, robarle o, en el peor de los
casos, quitarle lo más preciado de un ser humano: la vida.
Con estupor y sentimiento de impotencia, el país fue testigo de cómo
los delincuentes invadieron espacios reservados para familias que
tradicionalmente parecían inmunes a cualquier manifestación delictiva o
criminal.
Así es, los llamados residenciales exclusivos, donde vive gente
adinerada y con capacidad para pagar seguridad privada y modernos
sistemas de alarmas, también están sufriendo el espanto y la paranoia
que a su paso dejan los antisociales que desafían a la autoridad y
tratan de imponer su propia ley.
Ataques sin exclusión
Para las personas de a pie y esos que lucían blindados ante la
embestida criminal que azota cada rincón de esta media isla, salir a las
calles es hoy una decisión para pensar, pues no hay garantías de que
nada les pasará a sus vidas y propiedades. El miedo a los desalmados,
que atacan sin compasión, hace que muchos se sientan difuntos en
potencia.
En sectores como El Millón, ensanche Piantini o Naco, con sus
acciones aterradoras, los delincuentes rompieron el mito de que la clase
media alta está protegida de su vandálico comportamiento. En esos
sectores murieron y fueron baleados asaltantes sorprendidos intentando
despojar de sus pertenencias a sus residentes.
Se hizo igualmente frecuente la técnica delictual de asaltos
motorizados a plena luz del día, especialmente a personas que salían de
entidades bancarias o establecimientos comerciales. De esta forma, los
delincuentes intentan burlar la estrategia policial de fortalecer el
patrullaje en las zonas más concurridas. Esos motorizados tienen una
importante cuota en los asaltos a mano armada que engrosan las
estadísticas oficiales.
Este fue el escenario que socavó la tranquilidad de casi 10 millones
de personas, en estos cerca de 365 días que avanzan para recibir un
nuevo año cargado de expectativas sobre el problema de la inseguridad
ciudadana, que este ni los gobiernos pasados han podido resolver.
Este año será igualmente recordado por los múltiples debates sobre la
reforma policial y la necesidad de articular un plan de seguridad
ciudadana más efectivo y menos bulloso que el fracasado programa “Barrio
Seguro”.
Luego de los infructuosos esfuerzos por lograr acciones coordinadas,
con ideas y propuestas multisectoriales discutidas en decenas de foros,
seminarios y cumbres, la primera semana de noviembre pasado, el ministro
de Interior y Policía José Ramón Fadul (Monchy) anunció otro de los
tantos planes anticrimen diseñados por las autoridades.
El nuevo plan se llamará “Vivir Tranquilo” y sustituirá a “Barrio
Seguro”. Fadul dijo que será el presidente Medina quien hablará de los
pormenores de este mecanismo.
En el discurso por sus 100 días en el poder, Medina informó que trabaja en la creación de una Policía diferente.
“Quiero anunciarles que, tal como fue mi compromiso con ustedes, ya
tenemos listo el más ambicioso plan de modernización que ha tenido
nuestra Policía en su historia”, dijo Medina. Al Presidente le queda
todavía mucho tiempo para llevar sus promesas al terreno práctico.l
Danilo y sus planes para crear una “nueva” Policía
“Vamos a tener una nueva policía, no les quepa duda. Una policía
preparada, con salarios dignos, equipada y capaz de llevar protección y
seguridad a todos los rincones de nuestro país”. Esta promesa de Medina
fue esbozada en medio de una de las peores rachas de torpezas cometidas
por la Policía en el cumplimiento de sus funciones. Los más bochornosos
fueron la ejecución del reo Jeffry Sandoval, ultimado por el teniente
Rafael Báez Severino, y la muerte del estudiante de Medicina, William
Florián Ramírez, de 21 años, en una protesta en la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD).
Feminicidios: un tema que movió discusiones
Un tema que, como en años anteriores, ocupó importantes espacios en
los foros de discusión fueron las muertes de mujeres de manos de sus
parejas, situación que se inscribe en la preocupación social por la
violencia de género. El Ministerio de la Mujer indica que hasta
noviembre, 90 mujeres habían sido asesinadas en conflictos con esposos y
compañeros sentimentales. Esta entidad registra otros 78 homicidios de
mujeres, aunque en circunstancias no vinculadas a problemas pasionales.
Los fiscales tienen instrucción de dar seguimiento a querellas
presentadas por mujeres agredidas o amenazadas.
Fuentes: http://www.elcaribe.com.do