Para los profesores, ¿es normal tener un estudiante preferido?
Puede ser un incidente pequeño, pero para Fanaroff fue algo que se
quedó grabado en su memoria. “Para otros estudiantes puede ser
desmoralizante no estar del lado que recibe favoritismo", dijo.
Algunos de los ejemplos que Fanaroff vivió durante sus años en primaria y secundaria fueron menores, como el incidente de los dulces. Otros fueron más significativos, como una extensión en la fecha de entrega de una tarea.
Algunos de los ejemplos que Fanaroff vivió durante sus años en primaria y secundaria fueron menores, como el incidente de los dulces. Otros fueron más significativos, como una extensión en la fecha de entrega de una tarea.
El tema provoca un debate: ¿Los maestros tienen favoritos? ¿Si un
maestro tiene un estudiante favorito, eso lleva a un favoritismo
descarado? ¿Comienza en preescolar? ¿Después? ¿Es dañino? ¿No debería
querer que mi hijo sea su favorito? ¿Qué se puede hacer si un niño es o
no un favorito?
Encontrar las respuestas
“Diría que, en primer lugar, los maestros hacen lo posible para
tratar a todos los niños justamente”, dijo Dryw Freed, quien ha enseñado
durante 16 años en escuelas públicas en Estados Unidos. “Con eso dicho,
solo somos humanos y respondemos de manera diferente a niños
diferentes”.
Pero no es tan simple como tener un favorito. En una clase de 27
estudiantes, dice Freed, la mayoría de los niños rotarán y tendrán
“momentos de ser uno de (sus) favoritos”.
“Con muy pocas excepciones, cada niño tiene algo que hace que sea
amado por un profesor, así que no tienden a haber favoritos claros y
dramáticos", dice Freed. “No es un caso de pocos favoritos y un montón
de cabras. Es más como una colección de personas pequeñas hermosas,
divertidas y amadas. Y un par de ellos tienden a destacar ligeramente en
un extremo del espectro u otro”.
Puede que los padres no quieran admitir esto, pero una parte de ellos
quiere que sus hijos sean los favoritos del profesor, o al menos que no
sean ese niño que siempre parece estar en problemas.
“Esperamos que nuestro hijo les recuerde a uno de los suyos y tengan
ese lugar blando para ellos, por así decirlo”, explica la médico Melissa
Arca, una pediatra y madre de dos hijos que escribe para el blog
Confessions of a Dr. Mom.
Pero Arca dice que los padres tampoco quieren que sus hijos sean consentidos.
“Creo que también queremos que nuestros hijos sean responsables y que
no se les haga ningún favor, y creo que la mayoría de los padres
también son sensibles en cuanto a eso”, dice Arca.
¿Qué pasa si tu hijo no es el favorito?
Marie Hartwell-Walker es una terapeuta experta en paternidad y autora
en PsychCentral. Dice que si tu hijo se encuentra en términos difíciles
con un profesor, aquí hay algunos puntos que considerar:
• Piensa global. ¿Este es un incidente aislado o parte de un patrón?
• No seas automáticamente reactivo. Toma en cuenta la perspectiva del
profesor. Considera que tal vez tienen más asignaciones, clases con más
alumnos y menos recursos. Los profesores también son humanos.
• Intenta obtener un panorama completo de lo que ocurre. Tu niño de
ocho años puede tener una postura diferente que un profesor de 42.
Si tu hijo está crónicamente molesto, dice Hartwell-Walker, debes hablar con el profesor.
“Tu hijo está en la escuela 180 días del año. Tú no querrías trabajar
para un jefe al que no le caes bien durante 180 días”. (La Secretaría
de Educación Pública indica que en México hay 200 días de clase)
Hazlo en una manera que no sea agresiva. “La cooperación
padre-profesor es importante… ponte en la misma página sin importar cuál
sea el problema”, dice Hartwell-Walker.
Arca concuerda en que la relación padre-profesor es una asociación
que sólo puede funcionar con comunicación abierta y honesta y con las
mejores intenciones para el niño.
Dice que los profesores interactuarán con cada niño basándose en el temperamento y personalidad única del estudiante.
“No todos los niños necesitarán tiempo extra o ayuda con la lectura.
No todos los niños necesitarán esa persuasión extra o gentileza cuando
se les pide que se unan a un grupo. Así que quizá pueda parecer que en
algún momento u otro un niño en particular es favorecido en alguna
forma… bueno, quizá ese niño necesita esa ayuda extra”, dice Arca.
Arca dice que esta cita, que compartió con ella la profesora de su
hija, puede aplicarse a padres y profesores en el caso de los favoritos.
“La justicia no es darle a todos lo mismo. Justicia es darle a todos lo que necesitan”.
¿Fuiste beneficiario o víctima de favoritismo de parte de los
profesores? ¿Qué hay de tus hijos?
Fuentes: http://cnnespanol.cnn.com