La motivación puede hacerte olvidar el estrés en el trabajo
El estudio anual, realizado por careercast.com
generó cierto revuelo en la red y me pidieron que me presentara en el
programa de televisión, Today, para hablar de ello. Mis colegas me
enviaron correos electrónicos y postearon en mi página de Facebook el
sitio que ocupaba su profesión en la clasificación.
Mis amigos en los medios notaron que los profesionales en relaciones
públicas, los reporteros y los fotoperiodistas estaban entre los 10
trabajos más estresantes.
El "estudio", al que muchos se refirieron entre comillas, tomaba en
consideración algunos criterios lógicos para establecer las
clasificaciones. El índice de riesgo de muerte (tuya o de los demás),
los viajes, las fechas límite, trabajar bajo la mirada pública y las
exigencias físicas, acumularon puntos en la escala de estrés.
No hay duda de que el personal militar, los bomberos, los policías
—todos en los primeros lugares en la lista de empleos más estresantes—
están expuestos a mayores peligros que una costurera común (el segundo
en la clasificación de los empleos menos estresantes).
El primer lugar entre los "menos estresantes" es, según el estudio,
el de "profesor universitario", decisión que generó indignación entre
las personas que tienen ese empleo. Una de las personas que comentaron
reconoció que la mayoría de los empleos docentes no te ponen en peligro
(aunque se puede debatir ese punto), pero cualquier persona cercana a
los profesores sabe que la política en el cuerpo docente, los
estudiantes conflictivos y la presión de "publicar o morir" pueden
ocasionar que hasta el individuo más sereno estalle.
Podríamos discutir si esto tienen lógica. También se puede debatir si
cada oficial de policía, bombero o miembro de las fuerzas armadas se
enfrenta a la misma cantidad de estrés.
Pero asegurémonos de tener la conversación correcta. ¿Cuántas
personas eligen una profesión con base en el nivel de estrés? ¿Cómo se
puede medir objetivamente? Si eres propenso a sentir angustia,
probablemente te sientas igual aunque trabajes como bibliotecario,
masajista o piloto comercial (número cuatro en la lista de estrés).
La gente elige su línea de trabajo por muchas razones. Para aquellos
que están comprometidos con la comunidad y el mundo, para hacer de ellos
un lugar más seguro y sano, el minimizar el estrés probablemente no sea
una prioridad en su lista de criterios. Y no debería serlo.
Quienes eligen empleos altruistas con un alto nivel de estrés tienen
otras motivaciones, como querer que su trabajo tenga sentido. No los
desanima el hecho de que probablemente padecerán angustia o ansiedad.
Algunas personas se sienten atraídas, por su naturaleza o personalidad, a
trabajos que para otros podrían ser abrumantes. ¿Cuántos agentes del
FBI crees que preferirían trabajar como audiólogos (el sexto empleo
menos estresante)?
Cuando hablo con personas de 50 o 60 años que han decidido hacer una
segunda carrera como maestros, me dicen que con frecuencia el trabajo es
agotador y estresante. Están de pie todo el día, a veces con recursos
inadecuados y con chicos que a su vez están bajo presión; incluso los
que han ocupado puestos de liderazgo en otros sectores dicen que nunca
habían trabajado tan duro. Pero ellos concluyen que hacer algo
importante para los demás —y que los ponga en contacto con gente joven
todos los días— compensa el estrés adicional.
Pasa lo mismo con quienes se enfrentan a algunos de los problemas más
difíciles del mundo. Cuando hablo con Stephen y Elizabeth Alderman,
cuya fundación capacita a profesionales de la salud alrededor del mundo
para que trabajen con víctimas de traumas, o con Judith Broder, quien
fundó el Soldiers Project, que trabaja con veteranos de guerra que
regresan a casa, rara vez hablan de estrés. En vez de ello, afirman
sentirse satisfechos por lo que hacen, porque es mejor que no hacer
nada.
En lugar de desalentar a las personas a elegir cualquier empleo, hay
que promover que escojan algo adecuado a sus aptitudes. Debemos apoyar a
nuestros amigos y familiares en el camino que tomen.
Es difícil destacar entre todos los contenidos de la televisión
matutina, pero un buen estudio con un título atractivo siempre lo
logrará. Entonces, utilicemos eso para una buena conversación, por
ejemplo, ¿por qué los empleos que nos mantienen a salvo y sanos, que
cuidan de nuestros niños y del ambiente, rara vez figuran en las listas
de los empleos mejor remunerados? Esa es una discusión que me encantaría
tener.
(Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Marci Alboher).
Fuentes: http://cnnespanol.cnn.com
