Hillary advirtió sobre terrorismo
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary
Clinton, advirtió sobre la creciente militancia islamista tras la
“primavera árabe”, en un testimonio emotivo y por momentos acalorado
sobre el ataque mortal contra la embajada de Estados Unidos en Libia en
2012.
La jefa de la diplomacia estadounidense, que debe abandonar
su puesto dentro de pocos días y en el pico de su popularidad, dio su
testimonio frente a la comisión de Asuntos Exteriores del Senado, donde
por momentos contuvo las lágrimas y se mostró colérica al evocar la
muerte del embajador en Libia y los demás estadounidenses.
“No es
una cuestión política, es algo personal”, afirmó Clinton, con la voz
quebrada, recordando haber tomado “entre sus brazos” a las familias de
los cuatro estadounidenses cuando sus cuerpos volvieron a Washington
hace más de cuatro meses.
“El hecho es que teníamos cuatro
estadounidenses muertos. ¿Qué diferencia hay que haya sido resultado de
una manifestación o porque esos tipos salieron una noche (con la idea
de) matar estadounidenses?”, añadió acaloradamente, golpeando el puño
sobre la mesa, cuando un senador le preguntó repetidamente por qué el
gobierno había culpado inicialmente de manera falsa por el ataque a
manifestantes que se congregaban fuera de la delegación diplomática en
esa ciudad de Libia El atentado desencadenó una tormenta política entre
el gobierno demócrata y la oposición republicana, especialmente antes de
las elecciones del 6 de noviembre pasado.
Clinton defendió
airadamente la administración del presidente Barack Obama y la
embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, negando las
acusaciones de que el gobierno había tratado de encubrir hechos
relacionados con el ataque al consulado estadounidense en Bengasi. “La
gente acusó a la embajadora Rice AFP y al gobierno de haber engañado a
los estadounidenses (...) Nada más lejos de la verdad”, afirmó Clinton,
casi gritando, frente a los republicanos cuando el senador Rand Paul
acababa de solicitar que fuera destituida de sus funciones.
Las “fallas”
En un informe oficial de diciembre sobre Bengasi, el Senado criticó la actuación del Departamento de Estado en el caso por sus “fallas” en materia de seguridad. El departamento liderado por Clinton, de 60,000 personas en Washington y en 275 puestos alrededor del mundo, reconoció “no haber estado a la altura”.
En un informe oficial de diciembre sobre Bengasi, el Senado criticó la actuación del Departamento de Estado en el caso por sus “fallas” en materia de seguridad. El departamento liderado por Clinton, de 60,000 personas en Washington y en 275 puestos alrededor del mundo, reconoció “no haber estado a la altura”.
En la audición de ayer, el senador
republicano Bob Corker calificó como “esclerótico” al Departamento de
Estado. En una de sus últimas apariciones públicas antes de ceder su
cargo a John Kerry, Clinton reiteró que asume toda la responsabilidad
por las deficiencias de seguridad del consulado.
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AL QAIDA EN EL MAGREB ISLÁMICO
En su defensa ante el Senado, Hillary Clinton insistió en el riesgo de la amenaza “terrorista” que significa Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) en el norte de África. El ataque de Bengasi, perpetrado con explosivos y armas de guerra por militantes islamistas asociados a Al- Qaida, “no ocurrió de forma aislada”, dijo Clinton al inicio de la audiencia.
AL QAIDA EN EL MAGREB ISLÁMICO
En su defensa ante el Senado, Hillary Clinton insistió en el riesgo de la amenaza “terrorista” que significa Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) en el norte de África. El ataque de Bengasi, perpetrado con explosivos y armas de guerra por militantes islamistas asociados a Al- Qaida, “no ocurrió de forma aislada”, dijo Clinton al inicio de la audiencia.
“Las
revoluciones árabes han enredado la dinámica del poder y destrozado las
fuerzas de seguridad en toda la región”, afirmó y agregó que la
inestabilidad en Mali “ha generado un refugio para los terroristas que
buscan extender su influencia y planificar ataques del tipo de los que
acabamos de ver la semana pasada en Argelia”.
El conflicto en Malí entre el gobierno local y los islamistas, y la toma de rehenes en Argelia alimentan los temores de Estados Unidos ante una posible desestibilización en el Norte de África.

