La gente sabe más de lo que se piensa

El recién pasado jueves 13 del presente mes de diciembre Hugo, Rubén, Mark Mejía (reemplazando a Pablo), y quien escribe, hicimos un breve y acelerado recuento de las películas dominicanas estrenadas durante este año y, de inmediato, ofrecimos los teléfonos a nuestros oyentes para que dijeran sus preferencias.

Y el resultado, aunque no nos sorprendió en lo más mínimo, evidencia que el cinéfilo común y corriente de nuestro país (es posible que digan que algunos de quienes llaman son críticos en ciernes, que comparten su tiempo con los integrantes del equipo de “Cineasta radio”, pero, de todos modos, la mayor parte de quienes llamaron no) tiene un gusto definido por el buen cine y desde que tiene oportunidad lo manifiesta.

De las siete películas propuestas para opinar, las únicas que recibieron votos (por lo menos más de uno) fueron “Jaque mate” y “La lucha de Ana”, y la triunfadora, por mucho, fue precisamente la cinta de Vladimir Abud. Y no crean que lo hicieron para seguir los pasos o influenciados por los miembros del panel radial, porque los votos nuestros se emitieron al terminar la votación. Películas como “Feo de día…lindo de noche”, “Lascivia”, “Lotomán 2”. “eñ hoyo del diablo” y otros no recibieron una sola mención que no fuera de burla. Claro, como es natural, los autores de las películas que no fueron favorecidas por los votantes seguirán repitiendo como loros lo mismo: “A mí no me interesa hacer cine para festivales, yo hago películas para el pueblo”, con lo cual manifiestan con claridad que piensan que el dominicano que va al cine no posee capacidad para apreciar una verdadera obra cinematográfica, y, además, que lo único que les interesa es invertir dos y sacar diez, o sea, el comercio.

A nosotros no nos parece nada más que las películas hagan dinero. Mucho quisiéramos que “La lucha de Ana” o “Jean Gentil” hubieran hecho mucho dinero.

Pero eso no es tan fácil; tenemos que esperar, tener paciencia: el cine independiente norteamericano no hace tampoco mucho dinero, y menos comparado con los films de Soielebrg o Cameron o Jackson. Tampoco el cine serio europeo, asiático o latinoamericano hace mucho dinero. Pero hacer cine de calidad no es cosa de golpe y porrazo, es un proceso, como lo es que la gente se vaya acostumbrando a algo que está un paso más allá de la simple payasada.

Y podemos hacerlo, porque nadie puede decir que los dominicanos son menos creativos que los de otras naciones.

Fuentes:  http://www.listindiario.com