Papás, los hijos también sufren de estrés, ayúdenlos a liberarse
Ocasionado por alguna situación que no se puede controlar, el estrés
puede ser positivo y negativo; positivo cuando sirve como motivador para
realizar algo provechoso y su duración es breve; negativo, cuando es en
exceso e interfiere en la vida de las personas con consecuencias
físicas.
Existen diversas situaciones que pueden estresar a los niños. Muchos
padecen un estrés normal, asociado a su desarrollo y a los cambios
normales en cada etapa, como separarse de los padres (aunque sea por un
periodo breve), controlar esfínteres, tolerar su frustración cuando no
pueden hacer algo, o cuando no obtienen lo que quieren; el nacimiento de
un hermanito (a) o el primer día de escuela.
La angustia en los niños puede aumentar
si los padres les transmitimos nuestros problemas hablando de ellos en
casa, por ejemplo.
Para reconocer el estrés en los niños es recomendable observar
posibles indicadores, como los cambios de humor, el mal comportamiento,
las regresiones (mojar la cama, chuparse el dedo), hábitos nerviosos
(morderse las uñas, enroscarse el cabello en el dedo, arrancarse
pellejos de los labios, etc.) y síntomas físicos (dolor de cabeza o de
estómago).
No olvides que los niños aprenden de sus padres; la manera en que
respondas a situaciones estresantes, influirá en cómo tus hijos manejen
sus emociones.
Si aprende a resolver y enfrentar el estrés de manera positiva, de
adulto estará mejor capacitado para responder y recuperarse de las
dificultades.
¿Cómo puedes ayudar a reducir el estrés?
- Es importante que el niño aprenda a detectar que está estresado. Cuando lo reconozca, sabrá cuándo es necesario reducirlo.
- Aprender las técnicas de respiración es importante, debe inhalar profundamente y exhalar lentamente.
- Escuchar música tranquila, este método es muy eficaz sobretodo antes de dormir.
- El ejercicio ayuda a descargar el estrés.
- Que se sienta seguro en su casa, su hogar debe tener un ambiente familiar y confiable.
- Anticipa las situaciones estresantes: avísale que pronto será la cita con el doctor, que debe ir a la escuela, etc. La seguridad que les brindemos es clave.
- Es conveniente enseñar a los niños a pedir ayuda.
- Escúchalo sin criticar.
- Es importante que los niños tengan obligaciones, pero también momentos de descanso y relajación.
- Debemos enseñarles que es bueno tener metas, pero que sean realistas.
Cuando estamos estresados generamos adrenalina, la cual nos mantiene
alerta y preparados para actuar en cualquier momento, por lo que es
necesario eliminarla. Las pelotas antiestrés son una buena opción, ya
que al manipularlas con las manos sirven para aliviar y liberar la
tensión muscular, eso ayuda a eliminar la adrenalina acumulada y mejora
el estado de ánimo.
Además de ayudar a eliminar la angustia, hacer una pelota antiestrés
es un buen pretexto para que se divierta, mientras la hace, su mente
estará enfocada en la actividad y olvidará la situación que le angustia o
causa ansiedad.
- En un globo grueso, mete un embudo por su abertura, fíjate en el tamaño del globo, debe caber en la mano del niño.
- Después vertemos alpiste, hasta llenar tres cuartos del globo para poder hacer el nudo, si lo llenamos demasiado puede reventarse.
- ¡Listo! Tenemos una pelota antiestrés.
Si después de que seguimos todos los consejos notamos que su estrés
no disminuye, lo más conveniente es que hagamos un ejercicio de
introspección sobre el ritmo de vida que llevamos, si es muy acelerado,
¿cómo le pedimos al pequeño que no se estrese, si ni siquiera nosotros
lo sabemos controlar?
(Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Tatiana Arévalo Dupont).
Fuentes: http://cnnespanol.cnn.com/