Los kuwaitíes combaten la obesidad con grapas en el estómago
Gracias a sus
grandes reservas de petróleo, el pequeño Kuwait se ha transformado, con
el paso de décadas, de un lugar atrasado y humilde que cultivaba perlas
en uno de los países más ricos per cápita del mundo.
Pero el exceso de suerte puede resultar problemático. En años
recientes, las cinturas de los ciudadanos de Kuwait se han hinchado
hasta hacerlos calificar entre los pueblos con más obesidad del planeta.
Kuwait es el segundo país que consume mayor volumen de comida per
cápita en el mundo, sólo después de Estados Unidos, según investigadores
de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical en Londres, Reino Unido.
Aproximadamente el 70 % de los hombres y poco más del 80 % de las mujeres en Kuwait de más de 15 años tienen sobrepeso u obesidad, según la Organización Mundial de la Salud. Esto ha llevado al país a un incremento sin precedentes de los problemas de salud relacionados con la obesidad, como enfermedades cardiacas y diabetes.
Aproximadamente el 70 % de los hombres y poco más del 80 % de las mujeres en Kuwait de más de 15 años tienen sobrepeso u obesidad, según la Organización Mundial de la Salud. Esto ha llevado al país a un incremento sin precedentes de los problemas de salud relacionados con la obesidad, como enfermedades cardiacas y diabetes.
El mismo fenómeno se reporta en otros países del Golfo Pérsico;
varios de los vecinos de Kuwait también aparecen en los primeros 10: con
Qatar en cuarto lugar, Emiratos Árabes Unidos en sexto, y Bahréin en
décimo en la tabla.
“Creo que comenzó cuando Kuwait se volvió un país rico”, dijo el
experto en bienestar físico Yousef AlQanai, quien tenía sobrepeso hasta
que se puso en forma hace ocho años. “Tenemos mucho petróleo, así que
esto trasciende en cómo vivimos nuestros estilos de vida. Facilitó mucho
nuestras vidas. No tenemos que trabajar para sobrevivir”.
El principal de estos cambios ha sido la introducción de la comida
rápida. Los restaurantes estadounidenses de comida rápida llegaron con
las tropas estadounidenses durante la primera Guerra del Golfo
(1990-1991) y se convirtieron en un elemento permanente del escenario
culinario del país.
Rania Al Mutawa, una mujer de 36 años de Kuwait que entrena para el
primer maratón del país, dijo que el romance con la comida rápida y la
falta de conciencia llevó a muchos de sus connacionales a subir de peso.
“Las personas en Kuwait consideran a McDonalds y Burger King como
restaurantes de comidas completas, y no sólo comida chatarra”, dijo.
“Kuwait en promedio no sabe qué contiene ese tipo de comida. Es como una
comida hecha en casa”.
“(La mentalidad es que) está bien llevar a los niños. Está bien comerla dos o tres veces a la semana”, dijo.
McDonalds, que abrió su primer restaurante en Kuwait en 1994, ahora
tiene 65 restaurantes en todo el país. El vocero Steve Mazelka dijo que
McDonald’s es “solo una opción en el mercado de comida fuera de casa (y
ofrece) una amplia gama de opciones para los consumidores”.
“Confiamos en que escogen productos del menú que son buenos para sus estilos de vida”, dijo.
Pero otros factores contribuyen al problema de peso en Kuwait. El
duro clima del país, en el que la temperatura de día pueden alcanzar los
50 grados centígrados, dificulta hacer actividades físicas durante el
día, lo cual fomenta un estilo de vida sedentario y una cultura de
transportarse en automóvil.
La cultura de Kuwait también hace mucho énfasis en comer en reuniones
y valora poco la moderación. “Si comes menos, significa que no te gustó
y que quien te invitó no es un buen anfitrión”, dijo Bader Al
Failakawi, un padre de 37 años que también entrena para la carrera.
Otros acuden a medidas más drásticas. Los procedimientos de engrapado
de estómago están volviéndose cada vez más populares en Kuwait. Según
un informe en Businesweek, el número de cirujanos bariátricos en Kuwait
se ha multiplicado por 10 en la última década y al menos 5,000 pacientes
se sometieron al procedimiento en Kuwait en 2011, comparado con 3,000
en Canadá, que tiene más de 30 veces la población de Kuwait.
Pero para AlQanai, la única solución duradera a la obesidad no viene
del acceso a la cirugía, sino del trabajo duro en el gimnasio.“Día a
día, minuto a minuto, tienes que trabajar en ello. Tienes que sacrificar
cosas a veces”, dijo. “Toma mucho trabajo”. Pero “una vez que llegas
allí (..) se vuelve más y más fácil. Después lo que realmente te hace
más feliz es salir a correr”.
Fuentes: http://cnnespanol.cnn.com