El día que desperté con sólo media sonrisa
Desde
el lado izquierdo de mi frente al lado izquierdo de mi mentón, todos
mis rasgos faciales se paralizaron. No puedo levantar la ceja, ni cerrar
mi ojo y cuando trato de sonreír, aunque el lado derecho mi boca actúa
servicialmente para cumplir, el lado izquierdo se rehúsa.
La
expresión resultante no me sirve cuando quiero saludar de manera
amistosa, pero sería útil si algún día decido asaltar una tienda.
Bienvenidos al extraño mundo de alguien que sufre parálisis facial
periférica.
Enfermos célebres
Esta enfermedad, también llamada parálisis de Bell, no es lo mejor que podría pasarle a un reportero de televi
No es lo mejor que puede pasarle a nadie que necesite usar la cara. Y
por los muchos informes que he visto en internet, mucha gente que lo
padece continúa viviendo su vida normalmente.
Así
que yo decidí hacerlo también. Y aunque acepto totalmente que mi
enfermedad podría ser la noticia menos importante que sale de China
actualmente, escribir sobre ella en este país significa que puedo contar
con una explicación para los miembros de mi base global de seguidores
(ustedes dos saben de quién hablo) que se preguntan por qué cuando me
ven en la pantalla la mitad de mi cara no funciona.
Pero
cualesquiera que sean mis razones, esta enfermedad peculiar y
fascinante se merece un poco más que una mención. Y no sólo porque el
trastorno tiene una lista grande de pacientes célebres. Se dice que
tanto George Clooney como Sylvester Stallone han sufrido la parálisis y
se han recuperado.
Yo espero que mi recuperación se parezca más a la de George.
La
parálisis de Bell debe su nombre a Charles Bell, el anatomista y
cirujano del siglo XIX que fue héroe de la batalla de Waterloo y quien
descubrió la función del nervio facial.
Lo
que se sabe sobre la enfermedad es que si los humanos fueran
automóviles, la parálisis de Bell sería una especie de falla que debería
provocar el retiro masivo de esos autos. Ciertamente es un signo de una
instalación de muy mala calidad. El nervio facial atraviesa un pasaje
estrecho de hueso cerca del oído. Cuando ocurre una baja en el sistema
inmune, un virus latente, casi siempre el de varicela o herpes, se
activa y ataca al nervio causando inflamación.
Inflamación
En
ocasiones esto puede ser provocado por un evento. En mi caso se trató
de una herida leve en mi ojo izquierdo, pero otras veces no hay una
causa aparente. El resultado de la inflamación es una constricción del
nervio facial dentro del pasaje óseo, lo que a su vez causa la
parálisis.
No
importa cuánto se esfuerce el cerebro por enviar sus mensajes al resto
del cuerpo: desde el punto de la inflamación, la cara permanece en
silencio. Las miles de terminaciones en las que el nervio facial se
divide, que van hacia las mejillas, la frente, labios y párpados, que
son responsables de cada emoción, desde una sonrisa, un guiño del ojo,
hasta un ceño fruncido, están suspendidas e incomunicadas.
Charles
Bell ciertamente notó las caras paralizadas en las calles de su nativa
Edimburgo hace 200 años y lo que fue cierto en aquél entonces, es cierto
hoy en día. La parálisis puede afectar a cualquier persona de cualquier
edad, género o raza y aunque se le clasifica como enfermedad "rara", es
suficientemente común para que una de cada 60 personas experimente un
episodio en algún momento de su vida.La buena noticia es que la mayoría
de la gente puede recuperarse totalmente en el espacio de unos meses.
El nervio, con el tiempo, puede recuperarse y regenerarse.
La
mala noticia es que una minoría de pacientes quedan con efectos
permanentes, a veces graves. De cualquier forma, el trastorno puede
durar semanas o meses y vivir con una parálisis facial puede ser muy
difícil, al menos socialmente.
Y para quienes no logran recuperarse completamente la enfermedad puede ser devastadora.
A mí, por lo menos hasta ahora, no me ha perjudicado demasiado y por supuesto espero recuperarme.
Fuentes: http://www.noticia24h.com